10/03/2015

TRABAJO COOPERATIVO

Nos invitan a que realicemos una reflexión sobre la práctica de estrategias de trabajo cooperativo que desarrollamos en nuestras aulas. En mi caso y trayendo a colación la Webinar sobre ABP y centros educativos, tengo que congratularme de que el equipo directivo de mi centro Colegio Juan Nepomuceno Rojas haya apostado firmemente por el trabajo cooperativo. Y no solo lo haya hecho de palabra sino que haya diseñado una planificación tanto de formación para el docente como de puesta en práctica en las aulas para hacerlo posible. Quieras o no si trabajas en mi centro estás dando los pasos necesarios para poder decir que trabajas en cooperativo. 
Y empiezo por aquí porque los compañeros y compañeras que no se sientan respaldados por sus respectivas direcciones terminaran siendo el raro que pone a los niños en grupo. Es fundamental el apoyo del centro para que haya una cultura de trabajo cooperativo, nuestro alumnado domine la terminología y las formas de hacer y el docente se encuentre satisfecho con lo que hace. 

Quiero empezar contando mi experiencia personal. Las nociones de lo que pensaba que era el trabajo cooperativo eran totalmente erróneas. No tenía incorporada ni el diseño de grupos heterogéneos en el que existieran distintos perfiles de alumnos con sus capacidades diversas, ni la forma de utilizar el espacio del aula, ni mucho menos la planificación de tareas y roles que cada alumno y alumna debe desempeñar. De la evaluación ni hablamos. 

Estoy en el camino y estoy empezando a vivir las ventajas e inconvenientes de esta forma de trabajar. Y os comento como los expertos que han venido al centro a formarnos nos han aconsejado caminar. Comenzar por definir parejas de trabajo. Todos los autores aconsejan que los grupos sean al menos de 4 personas pero es un buen comienzo que nos aconsejaron para casos como el nuestro en el que no se dominaba el trabajo cooperativo. Y a partir de ahí comenzar con técnicas de trabajo para grupos informales. Pocas, muy pocas. 2 ó 3, que el alumnado se empapara de cómo trabajar y que vieran que el centro al unísono empezaba con esto. Era fantástico comprobar tras los cursos de formación como los alumnos nos decían que qué nos había pasado que todos estábamos trabajando igual.

En mi caso particular las técnicas que utilizo son el 1-2-4, los gemelos pensantes y lápices al centro. Todas ellas para trabajar cooperativo informal. Cada una está diseñada para favorecer una actividad concreta. Las utilizo para resolución de problemas (1-2-4 y lápices al centro) determinar la información esencial de un recurso que suele ser un texto (1-2-4) y para movilizar ideas previas (gemelos pensantes). Ventajas varias. Capacidad para multiplicar el número de problemas a realizar en una sesión, adecuación  natural del discurso entre iguales que facilita la comprensión, estupendo ambiente de trabajo en clase. Remarco que son estrategias de trabajo cooperativo informal.
Las principales desventajas que puedo mencionar son que el alumnado todavía tiene reticencias a la hora de trabajar en cooperativo. Suele ser al que la va bien individualmente y con trabajos cooperativos formales (aquellos que desarrollan en varias sesiones). Doy clases en distintos cursos de secundaria y compruebo como los alumnos con conductas disruptivas aprovechan estas sesiones si no están bien planificadas y diseñadas. Entra en clase con los deberes hechos, sabiendo qué tareas quieres que tus alumnos hagan y no tendrás demasiados problemas.
En mi caso, la evaluación de estos trabajos es un campo de mejora y aún no está perfilada del todo. Es importante definir bien la evaluación individual que refleje con exactitud el trabajo de cada miembro del grupo. 

Como conclusión comentar que la evaluación es vital en todo este proceso. Dime cómo evalúas y te diré como enseñas. Nada más por ahora. Un saludo.

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